Sobre el nuevo período genocéntrico


El camino que abrió Darwin nos ha conducido a la sustancia genética (al ADN). Este descubrimiento nos hace pasar (a todos los grupos humanos) del fenocentrismo al genocentrismo. El centro se ha desplazado de la criatura al creador (de los fenotipos a los genotipos). La sustancia genética es la única sustancia viviente (‘viva’) en este planeta. Nosotros, pues, no podemos ser sino sustancia genética. Esta ‘revelación’ (esta
auto-gnosis) ha partido en dos nuestra historia sobre la tierra. Todo el pasado cultural de los humanos ha resultado arruinado, vacío, nulo... La ilusión antropocéntrica que nos ha acompañado durante miles de años se ha desvanecido. Se ha producido una mutación simbólica (en orden al conocimiento y a la conciencia de sí como sustancia viviente única); el cariotipo humano entra en un nuevo período de su devenir.

Esta aurora, este nuevo día cuyo comienzo presenciamos, alcanzará en su momento a todos los pueblos de la tierra. Pueblos, culturas, tradiciones, creencias… todo lo ‘humano’ desaparecerá. Viene una luz (un saber, una sabiduría) tan devastadora como regeneradora. Esta regeneración del cariotipo humano en el orden simbólico tendrá sus consecuencias. En un futuro no muy lejano hablaremos, pensaremos, y actuaremos, no como humanos sino como sustancia viviente única.

No hay filósofos aún, ni poetas, ni músicos, ni científicos… para este período genocéntrico que inauguramos. No hay nada aún para las nuevas criaturas, para la sustancia viviente única –en
esta nueva fase de su devenir. Nos queda la elaboración de una cultura, de un ‘mundo’ nuevo (digno de la naturaleza de nuestro regenerado, de nuestro recuperado ser). Queda todo por hacer.

martes, 9 de noviembre de 2010

53) Ditirambo

Ditirambo. (Para SIOE facebook).

Manu Rodríguez. Desde Europa (07/11/10).


*


*Vientos de libertad me llegan. Europa se levanta, se yergue. No son rumores. Los pueblos germánicos han sido los primeros en responder a la amenaza. En Alemania, en los Países Bajos, en Austria, en Suiza, en los Países Escandinavos, en Gran Bretaña. Se multiplican los grupos culturales y políticos de ámbito nacional, y netamente anti-islámicos. Han reconocido el mal, nuestro mal. La reconquista ha comenzado, la recuperación de la salud. Le han de secundar los países románicos, los eslavos y los baltos, y los celtas, griegos, albanos, vascos, húngaros, estonios, finlandeses y lapones; todos los pueblos europeos.
Nuestra guerra es sagrada, está santificada de antemano; es legítima, justa. Nos protegemos, nos defendemos; defendemos nuestro ser. Luchamos contra el no-ser, contra la muerte y el olvido. Gozamos de la bendición de nuestro dios. Venceremos.
Vientos de alegría me llegan. El dios nuestro no se ha olvidado de Europa. De nuevo nos alienta, nos empuja, nos guía, nos protege. Nuestro sublime dios, nuestro símbolo inefable.
Este levantarse, esta aurora, esta claridad. Ya viene el día. La hermosa Europa ya se despereza. Ya vienen los hijos de la aurora, las criaturas de la mañana; los despiertos, los claros, los activos, los diurnos; los nuevos y futuros.
Acudid todos y alegraos, európidas; hay buenas noticias. Contamos con vientos favorables. Ahora avanzamos hacia horizontes de luz.
*
Hasta la próxima,
Manu

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